Urkullu asegura que mantendrá su oferta a López aunque el PSE apoye el cambio en Álava

Los márgenes de la propuesta de apoyo que el PNV trasladó a los partidos para dar estabilidad a las instituciones se van concretando.

Si el PSE se había mostrado receloso por que la oferta estuviera dispuesta como una trampa para atar sus manos de cara al futuro de la Diputación alavesa, el presidente jeltzale, Iñigo Urkullu, y su homólogo vizcaíno, Andoni Ortuzar, fueron ayer claros al intentar ahuyentar estos temores. "El PNV no quiere jugar al corto plazo, no quiere jugar en este caso a interés partidistista, sino generar confianza en esta sociedad. Nosotros vamos en serio", señaló Urkullu. "El ofrecimiento no tiene detrás nada más que lo que pone en el papel. Es el momento para sumar y remar en la misma dirección", añadió Ortuzar.

Y es que el PNV parece decidido a poner toda la carne en el asador para que esta iniciativa prospere, y para lograrlo, ha anunciado que se la trasladará a todos los partidos y agentes sociales de Euskadi en una ronda de contactos que se celebrará la próxima semana, si bien reconoció que los socialistas son su "principal destinatario".

Precisamente, esta nueva relación que se podría establecer entre PNV y PSE ha puesto en guardia a algunos dirigentes populares , que ven en el movimiento jeltzale la amenaza de dejar de ser los socios preferentes de Patxi López.

El líder del PP, Mariano Rajoy, llegó a decir que sería "dramático" que se pusiera "en peligro" la relación de socialistas y populares en Euskadi "por un presupuestillo", lo que sirvió a Urkullu para asegurar que "lo que preocupa de las palabras de Rajoy es también la fragilidad, debilidad, lo irreal del acuerdo entre el PP y el PSE o del apoyo del PP al PSE". Por eso, el dirigente nacionalista recordó que las encuestas muestran que este pacto "no es el deseado por la mayoría de la sociedad vasca", y reiteró su oferta al PSE, añadiendo además que el grupo jeltzale en el Congreso también podría "estar dispuesto" a dar estabilidad a los Presupuestos de un Zapatero que lleva meses echando de menos el apoyo del PNV en la Cámara Baja.

SIN CAMBIOS López compartió ayer su desayuno con un grupo de empresarios y lógicamente, hasta allí llegó la duda sobre cuál es su postura ante esta oferta, aunque el lehendakari no quiso retratarse. "Habrá que ver si está hecha desde la colaboración o desde el tactismo" , afirmó.

El inquilino de Ajuria Enea reiteró que ve positivo que el primer partido de la oposición exprese su deseo de "colaborar" en el Gobierno de Euskadi, pero le advirtió de que los socialistas han llegado al Ejecutivo con la pretensión de "cambiar políticas y actuaciones" de sus predecesores jeltzales.

Para tranquilidad de sus socios populares , López añadió además,que el PSE "no se desdice ni una sola palabra del acuerdo alcanzado con el PP", por lo que se limitó a trasladar al PNV que, si "se suma", sería bienvenido, aunque siempre sin que ese acuerdo, redactado con el objetivo expreso de "dejar atrás" las políticas jeltzales, sea modificado.

Mirando más allá de la oferta en sí, el lehendakari no quiso vincular la propuesta jeltzale con la actitud que puedan adoptar los nacionalistas de cara a la negociación de los Presupuestos estatales.

Lo que sí hizo fue volver a advertir al PNV de que el futuro institucional de Álava, o lo que es lo mismo, la decisión que adoptará el PSE la próxima semana ante la moción que prepara el PP, dependerá de la actitud que tomen los jeltzales en el Parlamento. Y eso a pesar de que el alcalde de Vitoria, el también socialista Patxi Lazcoz, no dudó en posicionarse en sentido contrario asegurando que "no hay ningún argumento político, ni medianamente solvente" para que se dé esta situación.

Por su parte, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, afirmó que "no pasaría nada" si PNV y PSE llegaran a un acuerdo, e incluso, insinuó, que los jeltzales también se pusieron en contacto con él para "derribar" al Gabinete López (algo a lo que hoy responderá el propio Urkullu en rueda de prensa).

En cualquier caso, el dirigente popular sí dejó caer que lo que "enfada" y "no ha gustado" a algunos dirigentes de su partido es que "haya gente del PSE, como el señor Madina, que ya interpreta que lo del cambio político del País Vasco se quedó en el día de la elección" del lehendakari, y quieren "volver al arrinconamiento del PP".