El PNV quiere alcanzar un nuevo estatuto sobre la base del plan Ibarretxe para 2020

El PNV se ha propuesto como meta política a medio plazo avanzar hacia la consecución de un nuevo estatuto político para Euskadi, mediante un nuevo sistema de «Concierto político», un nuevo estatuto sobre la base del plan Ibarretxe, que conlleva un pacto con el Estado, en un escenario en que se garantice el derecho a decidir de los vascos.

En la presentación ante los medios de las conclusiones del proceso de reflexión que ha desarrollado durante el último año el PNV, bajo el título Think Gaur Euskadi 2020, el presidente del partido, Iñigo Urkullu, defendió dicho documento como «un compromiso» adquirido con la sociedad vasca.

El documento hace un análisis de la actual situación de Euskadi, en la que se describe una evolución económica favorable aunque ya se perciben los efectos de la crisis mundial, presenta un país con un «fuerte sentimiento de su propia identidad» y con un «avanzado sistema» de protección social pero en el que ETA permanece como «una lacra que ataca la democracia». Además, se expone que la organización terrorista «sigue siendo un freno al desarrollo» del país y «desenfoca su posicionamiento internacional». También, asegura que «la memoria y el reconocimiento de las víctimas del terrorismo es un elemento necesario y fundamental para la normalización».

La descripción de la situación vasca en cada una de las materias se compara con referencias de otros países, para a continuación extraer unas conclusiones y plasmar unos retos que como partido proponen a ciudadanos e instituciones vascas, recogidos en un centenar de «metas para la Euskadi del año 2020».

Entre las «metas políticas», el PNV indica que «no aceptará que ETA siga marcando nuestras vidas» en las próximas décadas y en ese tiempo propone alcanzar «un nuevo estatus político para Euskadi» que tenga como referencia el acuerdo con el Estado que representa el Concierto económico vasco.

Además, dijo Urkullu, su partido avanzará para garantizar «el derecho a decidir de los vascos» y recordó que el reconocimiento de ese derecho «está reflejado en el proyecto de nuevo Estatuto de autonomía que aprobó por mayoría absoluta el Parlamento Vasco en 2004».

Por ello, el PNV defiende el Concierto político como sistema que rija las relaciones de Euskadi con España y también como «herramienta» para avanzar «a lo que gradualmente el PNV plantea de cara a ese objetivo final», obtener «la soberanía nacional de los territorios vascos». Urkullu señaló que así, «paso a paso, vamos viendo las posibilidades que tenemos» y además, abogó por «ejercitar el derecho a decidir en todas las materias», se tengan o no competencias para ello, mediante la potenciación de «más estado vasco».

También aspira el PNV a que Euskadi tenga presencia en organismos internacionales y a lograr «una arquitectura institucional global para todos los territorios vascos», incluyendo el País Vasco francés y Navarra, «desde el respeto a la decisión de su ciudadanía».

La formación jeltzale aboga además por fomentar el trilingüismo para que la sociedad vasca domine, además del castellano, el inglés y el euskera. Respecto a este último, el PNV apuesta por «hacer del euskera un patrimonio común y compartido que refuerce la identidad y la convivencia» y por «conseguir su oficialidad en Iparralde y en Nafarroa». Urkullu explicó que su partido aboga también por la creación de selecciones deportivas vascas, la puesta en marcha del tren de alta velocidad, la cobertura del desempleo al 80% y la ampliación del permiso de maternidad a un año.

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