Otegi activaba un emisor para que no se grabaran las reuniones con PNV y PSE

Igual era mejor que los de Batasuna llevaran inhibidores de bombas en vez de inhibidores de sonidos. Así nos iría mejor a todos.

La detención de Gorka Díaz Martín, jefe de Seguridad de Batasuna, dentro de la operación contra la Mesa Nacional del partido ilegalizado, ha permitido a la Policía conocer las medidas de contravigilancia que utilizaban los miembros de la formación. El propio Arnaldo Otegi activaba un artilugio, emisor de un "ruido blanco", que evitaba la grabación de las reuniones con el PSE y el PNV durante el proceso de paz, según informaron fuentes de la lucha antiterrorista.

Este tipo de artilugios eran adquiridos por Gorka Díaz en empresas españolas especializadas. Para contactar con ellas, explicaron las fuentes consultadas, primero se dirigía a ferias para profesionales de la seguridad, ubicando las empresas que ofertaban los productos que le interesaban. Luego se desplazaba a sus sedes y compraba con su nombre y dos apellidos esos aparatos. Está acreditado que hizo adquisiciones de este tipo en una empresa de Bilbao y en otra de Barcelona.

El artiluigio que activaba Otegi, un control remoto provisto de antena, contenía un generador de "ruido blanco", inaudible para el oído humano, que actúa como inhibidor de todo tipo de grabadores, tanto de audio como de vídeo.

Gorka Díaz escapó de la redada policial practicada el pasado 4 de octubre en Segura a la cúpula de Batasuna. Díaz se ausentó de la reunión antes de que los agentes de la Policía irrumpieran en el local y doce días después se entregó en la Audiencia Nacional. Al día siguiente de la operación, la Policía registró el domicilio de Díaz en la calle Licenciado Pozas de Bilbao. Allí, los agentes hallaron dos aparatos barredores de frecuencias, utilizados por el jefe de seguridad de Batasuna para detectar las emisoras de las Fuerzas de Seguridad.

Además, Díaz guardaba manuales y publicaciones sobre seguridad, entre los que destacaba un documento sobre las medidas que debían adoptar los miembros de Batasuna. Este incluía varios apartados, como el dedicado a las conversaciones por teléfono móvil y fijo, otra para evitar seguimientos cuando se desplazasen y una tercera respecto al uso de los ordenadores, indicando que se debían hacer limpiezas esporádicas del material almacenado y la conveniencia de utilizar un segundo terminal que perteneciese a otra persona. Asimismo, se recomendaba tener preparada siempre una coartada por si se producía una detención.

En ese mismo argumentario se da un toque de atención a sus destinatarios señalando que las medidas de seguridad necesarias se estaban dejando de lado. Revistas sobre servicios secretos, seguridad profesional y un cuadernillo sobre tecnología especializada en esta materia completan la documentación sobre contraespionaje incautada a Gorka Díaz.

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