La mayoría del nacionalismo no está por el choque de trenes
Afirma que el año que lleva al frente del Departamento de Turismo y Deportes de la Diputación de Gipuzkoa le ha dado otra perspectiva política. Iñaki Galdos, presidente de EA en este territorio, analiza el momento vasco desde una convicción: «La mayoría del nacionalismo vasco no está por el choque de trenes».
-A los pocos días de las elecciones generales del 9 de marzo, usted decía que muchos nacionalistas no consideraban prioritaria la consulta. ¿Lo mantiene?
-Dije entonces que había sectores del nacionalismo que tal vez no veían como prioritaria aquella cuestión. Debemos tener muy en cuenta en todo momento lo que está respirando la sociedad. La apuesta del Gobierno Vasco en torno a la consulta es absolutamente legal, legítima, democrática y necesaria. Dicho esto no podemos ocultar en estos momentos la realidad y aceptar con mucha humildad que hay sectores importantes del nacionalismo que tal vez piensan de otra manera. Tenemos que analizar sin prejuicios por qué a muchos nacionalistas no les entusiasma la idea. Para ganar la aceptación social y electoral, los partidos tienen que mirar mucho más a las periferias que a los núcleos duros ideologizados.
-Pero parece que el 'nacionalismo tranquilo' ha plegado velas...
-No creo que se trate de plegar velas sino de reconocer que existe dentro del nacionalismo vasco esas sensibilidades y que no podemos recluirnos sólo en el núcleo duro. Es innegable que parte de nuestra propia sociología no está viviendo esta apuesta por la consulta con la misma pasión con la que la viven otros.
-¿Se siente cómodo con la estrategia trazada desde la Ejecutiva Nacional de EA a este respecto?
-EA aprobó una ponencia en su último congreso que yo voté a favor. No debemos confundir las discusiones ideológicas con las estratégicas. En el plano ideológico la unanimidad es completa, pero en torno a las estrategias y a las tácticas las divergencias pueden ser mayores. Estoy absolutamente cómodo.
-¿Pero respalda estrategias de desobediencia civil como a veces ha trasladado la dirección nacional de su partido?
-Primero tengo que aclarar que nadie en EA ha propuesto una estrategia de desobediencia. Lo que he visto en dirigentes de mi partido han sido aportaciones para el debate teórico. Dicho esto, ideológica y conceptualmente no estoy en contra de la desobediencia civil, entre otras cosas porque fui condenado en 1984 a 14 meses de cárcel como insumiso. No obstante, EA y el PNV estamos gobernando en este país y la desobediencia civil se ha dirigido históricamente contra la recaudación del dinero, y las policías y se da la circunstancia de que en este momento tanto una cosa como la otra están en nuestras manos. Sería un poco surrealista que nos desobedeciéramos a nosotros mismos.
-¿Qué hacer entonces?
-El nacionalismo tiene que mirar a su propia historia y ver cómo ha podido salir adelante en momentos de una gran convulsión social. Cuantas más dosis de realismo, madurez y busca de centralidad mejor le ha ido. Si hay una sentencia del Tribunal Constitucional que eche abajo la Ley de Consulta, cuestión que me parecería grave, llegará el momento en el que el nacionalismo vasco tendrá que adoptar decisiones históricas pensando siempre muy mucho en qué clave está la sociedad vasca. La mayoría de los nacionalistas no estamos ni en el choque de trenes ni en aventuras que suponen echarnos al monte.
-¿Qué siente con el apoyo de EHAK a la Ley de Consulta?
-Sinceramente me siento muy incómodo con el apoyo. La dosis de humillación a la que pretendió someternos la izquierda abertzale no fue plato de buen gusto.
-¿Qué opina de la estrategia del Partido Socialista?
-Me parece realmente desalentador ver la actitud de Zapatero. Más que nunca vemos que es más fachada que otra cosa.
-¿Y de la izquierda abertzale?
-La izquierda abertzale, a pesar de las injusticias de las que son víctimas, no da ningún signo de cambiar de actitud. Sí que es cierto que ETA sigue tratando de hacer mucho daño y tratando de controlar una vez más la agenda política de este país y de condicionarla. Creo que está habiendo éxitos policiales, no quisiera hacer una lectura excesivamente optimista, será un proceso largo, espero que llegue, pero no va a ser sencillo. Los éxitos policiales contra ETA son innegables y ayudan a todos a vivir más tranquilos.
-¿Estaría a favor de una gran coalición por el derecho a decidir para las elecciones autonómicas?
-Siendo como era partidario de una coalición con el PNV, siempre veía la coalición como un instrumento. La pregunta es si estar a favor del derecho a decidir del pueblo vasco es suficiente argumento como para articular una coalición. Sería una coalición defensiva y con dosis de debilidad. No creo que fuera un argumento suficiente para una gran coalición, y lo digo a título personal. Para defender este derecho no hace falta esa coalición, máxime cuando los ciudadanos tienen otras preocupaciones.
-Tras este primer año de gestión en la Diputación de Gipuzkoa. ¿Fue acertada la decisión de EA de pactar con el PNV?
-Decidimos al final gobernar con el PNV porque era la opción más coherente y creo que fue una decisión acertada. Aquel debate abrió definitivamente una puerta para el futuro y se rompió un tabú.
-¿No fue una pose para reforzarse en su negociación con el PNV?
-Hay quien piensa que fue una pose, una especie de partida de mus. Lo desmiento absolutamente, los que protagonizamos aquellos procesos asamblearios en los que hubo una gran participación interna constatamos una gran seriedad y una gran madurez en la discusión.
3 comentarios:
lamento que este discurso no sea el de nuestro Iñigo.Lo del viaje esta bien pero ajeno,lejano y demasiado personal.Me gustaria frases gordas como estas.De lo contrario esta difuminando su mensaje.Creo yo.
Esta entrevista debería corresponder a algún miembro de nuestro partido. Parece mentira que EA se exprese de manera tan centrada y nosotros sigamos haciendo el tonto con discursos abstractos que hablan de sujetos y derechos que muy pocos entienden y menos aún, comparten.
Tiene razón irune en su apreciación. Las adhesiones sociales y las victorias electorales se logran en el centro. De nada sirve un discurso centrado si posteriormente se permite por vía de hecho que determinadas organizaciones territoriales funcionen como "reinos de taifas" instalados en el extremismo. Claridad de ideas, claridad de mensaje y unidad real.
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