Sobre las declaraciones de Imaz (I)

Algunos no han esperado a leerse el artículo completo de Josu Jon Imaz ayer en varios medios de comunicación para empezar a apedrearle. Ganas no faltan, desde luego. Y no me refiero a nuestros socios de Lakua, Madrazo o Larreina, sino a gentes desde el propio partido. Muchos de ellos incluso hacen críticas al presidente del EBB por una supuesta "lectura sesgada" del documento Elkarbizitzarako bake-bideak: Ante el final dialogado de la violencia y la normalización polí­tiac, aprobado por unanimidad en octubre del 2005. Analicemos el texto a ver quien miente.

Todo esto está sacado del documento aprobado por unanimidad Elkarbizitzarako bake-bideak, no nos inventamos nada. Es recomendable su lectura COMPLETA, al igual que la lectura COMPLETA del artículo del presidente del EBB.

Nuestro compromiso ético, político y cívico frente a la violencia. Las expectativas de pacificación que ahora se abren son posibles porque, de hecho, la sociedad vasca y las instituciones democráticas han demostrado su fortaleza y superioridad frente a la violencia. Es la victoria de los principios éticos, aun cuando queda, sin duda, un trabajo delicado por hacer.

Resulta ineludible, en estos momentos que preceden a lo que puede ser el final definitivo de la violencia, dejar constancia del profundo error político y del daño moral que el terrorismo ha causado a tantas personas y a la causa nacional vasca, de su falta de legitimidad, su torpeza política y su absoluta inmoralidad. La pacificación será definitiva cuando, junto con las armas, cese también el esquema impositivo que trata de justificarlas, el de que todo vale para conseguir determinados objetivos políticos. El planteamiento "no a la violencia"/"sí al diálogo", es decir, la apuesta por la paz y por las vías democráticas no exige a nadie la renuncia a sus propias aspiraciones políticas.

Naturaleza del conflicto en Euskadi. En Euskadi existe un viejo conflicto político sin resolver anterior por cierto a la violencia de ETA a interpretar en clave de no-aceptación de un sujeto político con derecho a decidir, cuya resolución requiere un juego complejo de acuerdos políticos y respeto democrático a la voluntad de la ciudadanía vasca. Este conflicto no puede ser interpretado según las claves de ETA, dando a entender que el proceso estatutario ha sido ilegítimo, que el recurso a la violencia tiene una explicación que lo justifica, aunque la historia de la transición, el propio texto constitucional o el desarrollo autonómico dejen para nosotros mucho que desear. ETA no respetó ni el consenso mayoritario de la sociedad vasca en torno al Estatuto, ni respetó la palabra del Pueblo Vasco que dice defender. El conflicto de identidades y el de la violencia son dos cosas distintas; el terrorismo no es consecuencia natural de un conflicto político. Y es inaceptable que su persistencia sea utilizada para ignorar o negar la existencia de un conflicto de naturaleza política o profundo contencioso vasco que es necesario abordar con detenimiento. Por eso mismo, nuestro compromiso ético, político y cívico no anula nuestra determinación por tratar de dar una salida dialogada al conflicto político que arrastramos.

La lucha democrática contra la violencia. En esta encrucijada llena de oportunidades de paz y de reconciliación, aunque no exenta de amenazas, nuestras convicciones democráticas y un sentido humanista de la política y de la justicia nos obligan a recordar que no todo vale tampoco en la lucha contra el terrorismo. Denunciamos, en este sentido, los graves excesos cometidos por las instituciones del Estado. En la lucha contra ETA se han cometido violaciones de derechos intentando acabar con ella desde los propios poderes del Estado, empañando gravemente el sistema democrático. La necesaria reconciliación social tampoco sería posible sin la denuncia de los graves atentados cometidos por el Batallón Vasco-español, el GAL, los errores judiciales, y sin el reconocimiento y reparación a sus víctimas.

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Buscando una salida digna y democrática. Un final dialogado significa salida democrática, apelación a todas las posibilidades que permita el ordenamiento jurídico, de manera que perciban sus virtualidades abiertas, de no cerrar caminos. La propuesta de constituir dos mesas de diálogo tiene el valor de poner en marcha un proceso, cuya iniciativa y decisión están en manos de los representantes políticos legítimos y, finalmente, de la sociedad vasca. Nuestras decisiones futuras, los acuerdos políticos a los que los representantes políticos pudiéramos llegar, no estarán condicionadas por una ETA que no ha sido capaz de aceptar ni la voluntad mayoritaria de los vascos ni la legitimidad democrática de las instituciones que nos hemos dado. Desde esas consideraciones, tenemos la certeza de que la ciudadanía vasca está dispuesta a trabajar e impulsar con generosidad las vías para hacer posible la paz y la reconciliación.

El pueblo vasco tiene derecho a la paz. La paz supone la consolidación de escenarios de justicia y respeto a los derechos humanos. La paz comienza con la ausencia de violencia, la cual depende de quienes la practican en sus diferentes formas. La paz es, asimismo, reparación social del injusto sufrimiento que la violencia y el terrorismo han causado a tantos y tantos conciudadanos. La paz supone también acabar con el sufrimiento que afecta a muchas personas del propio mundo de ETA. La paz, para que sea justa y duradera, debe conllevar necesariamente la reconciliación, que requiere grandes dosis de generosidad por parte de quienes más han sufrido y del conjunto de la sociedad.

Ningún proyecto político puede ser esgrimido como condición para la paz, sencillamente porque, por encima de cualquier proyecto político concreto, se sitúan las decisiones y la voluntad de los vascos, decisión y voluntad que están en el origen de los marcos institucionales actuales, que deben ser respetados, al igual que en el futuro habrán de serlo las diferentes fórmulas de territorialidad o los proyectos de convivencia política, desde el respeto a la voluntad de la sociedad vasca.

La convivencia política es el reto. De acuerdo con los principios humanistas y democráticos que han presidido siempre la actuación de EAJ-PNV, consideramos que la convivencia y la cohesión de la sociedad vasca constituyen un reto importante de nuestra acción política. Y ello, no sólo por nuestro compromiso con la construcción social de Euskadi, sino por la dimensión nacional que comporta, en sí misma, en un proceso de construcción identitaria de la Nación Vasca como comunidad, como sujeto político colectivo.

No es posible construir una nación cohesionada e integrada ni sobre el enfrentamiento entre identidades ni sobre la imposición de un proyecto ajeno a la voluntad de la sociedad vasca, expresada mediante una consulta libre y democrática en un escenario de ausencia de violencia. En este sentido, los conflictos de derechos, de valores y de intereses entre unas y otras identidades en juego son permanentes e inevitables, y de lo que se trata es de establecer compromisos y acomodos viables entre las partes. El valor del pluralismo de la sociedad vasca es, en este contexto, no un mal menor, sino un elemento consustancial, enriquecedor y positivo de nuestra sociedad.

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La llave del proceso. Desde la consideración de la radical incompatibilidad entre política y violencia, EAJ-PNV plantea, como exigencia democrática, que el diálogo resolutivo para el final del proceso no sea consecuencia de la violencia, sino de su cese.

Recientemente, en su Discurso de Investidura, el Lehendakari afirmaba que a ETA le corresponde dar el paso decisivo y manifestar, de forma clara e inequívoca, su voluntad de poner fin a la violencia. A los partidos vascos nos corresponde asumir nuestra responsabilidad y comprometernos ante la sociedad vasca a alcanzar un "Acuerdo de Normalización Política" sobre las cuestiones que constituyen la raíz del conflicto político.

La renuncia a tutelar el proceso político. El respeto a lo que las vascas y vascos, representados por sus fuerzas políticas y directamente a través de una consulta, decidan es incompatible con la vigilancia o el condicionamiento que pretenda ejercer una organización armada. Los partidos políticos y las instituciones representativas son los únicos encargados de garantizar el carácter democrático del proceso, con la consiguiente negociación resolutiva sin imposiciones, desde el respeto a la pluralidad, situando todos los proyectos en igualdad de condiciones de consecución y depositando en la ciudadanía la última palabra.

Una valoración compartida sobre el cese de la violencia. El nuevo tiempo político nos exige compartir criterios y valoraciones sobre la validez del abandono de la violencia. Entendemos necesaria una definición pactada entre los partidos políticos acerca del abandono de la violencia y una verificación compartida de su autenticidad.

Compromisos para la construcción de un proceso de paz. Constituye un objetivo prioritario para EAJ-PNV el poner fin a la violencia y garantizar en Euskal Herria la no-vulneración de los derechos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Para el logro de dicho objetivo resulta imprescindible:

- Apoyar la utilización de todos los medios democráticos para garantizar la seguridad, la libertad y la vida de las personas y para prestar apoyo y solidaridad a las personas amenazadas y a las víctimas.
- Promover la movilización social contra la violencia y en defensa de la vida, de todos los derechos fundamentales de todas las personas y defender una cultura de los derechos humanos sin excepciones, basada en la dignidad inalienable de las personas, que proteja y preste especial atención a los derechos humanos de las personas privadas de libertad.
- Desarrollar políticas de distensión, comunicación y conciliación política y social que permitan superar toda forma de amenaza, incomunicación, exclusión o sectarismo.

Y desde la perspectiva de la defensa de los derechos y libertades fundamentales:

- Contribuir a recomponer las libertades democráticas, los derechos fundamentales y las garantías básicas de un Estado de Derecho.
- Apoyar la utilización de todos los medios políticos, jurídicos e institucionales para defender los principios democráticos y reestablecer las bases del sistema democrático.
- Promover la movilización social para denunciar los recortes de libertades y articular mecanismos de denuncia internacional de la situación de involución democrática.
- Impulsar medidas legislativas destinadas a reforzar las libertades democráticas, los derechos fundamentales y las garantías básicas de un Estado de Derecho.
- Adoptar iniciativas políticas para evitar la exclusión de una parte de nuestra sociedad y contribuir a impulsar procesos que permitan la participación de todos los sectores sociales en igualdad de condiciones democráticas.

Además debemos recorrer el camino de la reconciliación. Tal como dijo el Lehendakari en su discurso de investidura de 22 de junio de 2005: "Tendremos que regenerar la confianza perdida que haga posible emerger en nuestra sociedad el espíritu de autocrítica, la humildad para pedir perdón y la generosidad para perdonar. Tenemos la obligación moral de contribuir entre todos a superar el sufrimiento y a recorrer juntos el camino de la reconciliación, porque ésta será la base más sólida de nuestra convivencia como sociedad".

9 comentarios:

igeldo dijo...

La posición del Gobierno Vasco ha quedado perfectamente definida en las declaraciones efectuadas por la Portavoz del Gobierno Miren Azkarate. El Gobierno Vasco se atiene al acuerdo tripartito firmado en Junio de 2005 que afirma:

"...el Gobierno Vasco solicitará autorización al Parlamento, para que en un escenario de ausencia de violencia y sin exclusiones,se realice una consulta popular....que ratifique el acuerdo alcanzado".

Una vez más, el "egibarrismo" ha demostrado que a falta de argumentación política bueno es el insulto, la descalificación y el intento de linchamiento contra la figura (con mayúsculas) del Presidente del EBB. Una vez más, el "egibarrismo" ha demostrado que es capaz de aprovechar cualquier resquicio para favorecer la desunión dentro del Partido. Una pena. GORA EUZKO ALDERDI JELTZALEA ETA BERE AGINTARITZA.

Anónimo dijo...

El viejo truco de decir una cosa y la contraria a los cinco minutos,para que cada cual se quede con lo que le interese, dentro de poco habrá cinco líneas de discurso pero,¿cuantas líneas de actuación?

Anónimo dijo...

¿Que quiere decir "sin exclusiones"? No estaria mal que Josu Jon nos explicase que significa esa parte, o porque la obvia mientras aplaude con las orejas determinadas exclusiones. Bueno, no solo las aplaude sino que las favorece ostensiblemente.

Pero, bueno, aun puede nuestro amigo Imaz batir todos los records y bajar de los 300.000 votantes.

Anónimo dijo...

Estas son las cosas de Ibarretxe.Designa como su portavoz a una señora no afiliada al PNV.En el PNV,con 35.OOO afiliados no habia nadie que pudiera hacer ese trabajo.
El tiempo indica por que.
La no afiliada,le dice al afiliado y presidente del EBB lo que tiene que hacer.
De película de los hermanos Marx.

Anónimo dijo...

El acuerdo Tripartito dice:en ausencia de violencia.
Pero ETA ahi apuntando y tratando de matar.No a Egibar que prepara su culotte para ir a ver en el Tourmalet a sus amigos de la Udalbiltza del pedal,sino a los demas que discrepan de los matones.Pero eso a Egibar y a Ibarretxe no le importa.El caso es acumular fuerzas.
Cada vez me gusta menos el ciclismo,que debe tener un componente de abertzalismo radical mas que el futbol,y cada vez me gusta menos Ibarretxe.endre que ir al Tourmalet a ver si me curo?.¿Tendre que entrenar en Anoeta como Egibar?.¿Me regalaran un culotte?.

Anónimo dijo...

Y yo quisiera saber lo que significa, "previa autorización del Parlamento". Porque con la legislación actual no es el Parlamento vasco el que tiene que autorizar la convocatoria de un referéndum. Y si se convoca, sin la autorización preceptiva (por mucho que el Parlamento vasco la preste, cosa, por cierto,que habría que ver, porque no sería la primera vez que los batasunis dicen que no a algo por el solo hecho de que no es de su cosecha)la famosa consulta no se celebra. No se celebra, al menos, en los municipios gobernados por el PP y por el PSOE.

Sería interesante asistir a un referéndum sobre el derecho a decidir (no para decidir, sino sobre el derecho a decidir, que ya tiene bemoles)en el que no pudiesen participar ni Egibar (que vota en Donostia), ni Larreina (que vota en Vitoria), ni Azkarraga (que vota en Vitoria aunque a veces se presenta en las listas de Gipuzkoa), ni el Lehendakari (que también vota en Vitoria) ni, por supuesto, Begoña Errazti, que vota en Iruña. Sólo votaría Madrazo, gracias a un michelín del PNV (Azkuna) Paradojas de la vida. ¿Y qué votaría Madrazo? La respuesta está abierta

Anónimo dijo...

Undabarrena.Se nota que no has pisado un Parlamento serio en tu vida.Hablo de Europa.
Cuando una legislatura termina,solo queda vivo lo aprobado.Eso que dice Ibarretxe de que el Plan Ibarretxe esta vivo es un abuso y un engaño y una falta de respeto al Parlamento.El Plan Ibarretxe terminó en febrero del año 2005.Fue rechazado.Y punto.

Anónimo dijo...

IGELDO E IBAN ABRIL
El egibarrismo
Joder Joseba tienes la culpa hasta de lo que dice Imaz
Hirea la ostia duk, Aurrera Joseba
besarkada bat GORA AMA KANDIDA

Anónimo dijo...

Qué razón tiene alguno!!! Lo de "consultar a la ciudadania (vasca, supongo) antes de ..." me recuerda a mis tiempos de instituto (cuando yo era estudiante).
¡No sabemos ni sobre que se va a consultar, ni que pregunta se va a hacer, ni nada de nada! (que por cierto ni se dice, ni siquiera se insinua). ¡No sabemos a que vascos se va a consultar! (el Lehendakari, por si alguien lo ha olvidado, no puede convocar referendums ni consultas en las que participen todos los vascos, como mucho los de la CAV). ¿Ni sabemos que tipo de consulta se va a hacer? (¿Quizás elecciones anticipadas? Porque las Elecciones son, también, una forma de consultar a la ciudadania).
Pero se "amenaza" con "consultar a la ciudadanía", no se sabe muy bien a quién, ni cómo ni sobre qué, pero se "hará una consulta".
Y con todo esto ya está montado un cúmulo de declaraciones y un marear la perdiz, que sólo favorece a los de HB (o cómo se llamen ahora) que no tienen proyecto real para el País real, sino que les basta con decir "que se respete la voluntad del pueblo" (¿qué entienden estos por "pueblo"?) para estar todo el día en el "candelabro" (con la inestimable colaboración de EITB), aunque ellos no respeten en absoluto la voluntad real del pueblo real (del pueblo vasco real, digo)
Como he dicho, lo de la "consulta" me recuerda a mis tiempos de estudiante de instituto donde ante las innumerables huelgas "estudiantiles" de aquella época siempre haciamos tres votaciones: en la primera votábamos si votábamos, en la segunda votábamos si la votación era vinculante, y en la tercera votábamos lo que fuera. Al final, cada uno hacía lo que le daba la gana que dependía, dicho sea de paso, de nuestros particulares intereses inmediatos y no de la causa de la votación.
Solo hacer tres precisiones
- ¿Quienes somos vascos (y vascas)? Oficial y políticamente correcto "somos vascos (y vascas) los que vivimos y trabajamos en Euzkadi". Vista la "alegría" con la que algunos hablan del "casi seguro" resultado de esta posible consulta me parece que no se ajustan a esta definición oficial. Pareceria que serían "más" vascos (y vascas) los que profesaran determinadas tendencias políticas, hayan nacido donde hayan nacido y se expresen en el idioma que se expresen; mientras que si no profesan esas determinadas tendencias politicas no serían "tan" vascos (y vascas) hayan nacido donde hayan nacido y se expresen en el idioma que se expresen. Como ejemplo ¿son "más" o "menos" vascos los de Arguedas, Andosilla, Murchante, o Caparroso? ¿y de los Baztaneses, acaso la mitad son "más" vascos y la otra mitad son "menos" vascos?
- Nadie en su sano juicio político convoca un referendum para perderlo (si puede evitarlo). La ciudadania vasca ha hablado en mayo (hegoalde) y junio (iparralde) y sabemos lo que opina. O se somete a referendum "algo" que tenga como base un acuerdo amplio y transversal (nacinalistas vascos y no nacinalistas vascos) o su resultado sería un fracaso absoluto.
- Las Estatutos de EAJ-PNV establecen, en sus principios generales, que entre los fines del Partido está "marcar las directrices políticas, orientar, apoyar y controlar a sus representantes en las instituciones públicas", y esto lo hace, principalmente, el EBB y la Asamblea Nacional.