Nuevo artículo de Imaz

Nuevo artículo de Imaz en Bake Hitzak que recogen en Noticias de Gipuzkoa.

El presidente del EBB del PNV, Josu Jon Imaz, reniega y renegará siempre de cualquier avance en el autogobierno que esté vinculado a "la presión de la violencia" y aboga por condicionar el final dialogado a que ETA evidencie su intención de dejar las armas. Imaz defiende también la necesidad de deslegitimar el discurso de los violentos, del que le separan los medios, pero también el modelo de país. Éste es el resumen del último artículo publicado por el líder del EBB, esta vez en la revista Bake Hitzak de Gesto por la Paz, cuando aún resuenan los ecos de la tormenta política desencadenada por su carta del fin de semana pasado, No imponer, no impedir , publicada en varios diarios vascos.

De hecho, las tesis defendidas por Imaz en este último artículo caminan en paralelo a las condiciones en las que estableció la semana pasada para una futura consulta en Euskadi, lejos de un "escenario de acumulación de fuerzas para una confrontación política" y como resultado de un acuerdo político previo. "¿Qué pasaría el día después [de la consulta] si no hubiera acuerdo político con el Estado? Visto lo visto durante tantos años, no hace falta ser adivino para imaginar a ETA matando en nombre de la defensa de una presunta voluntad popular no atendida", apuntaba Imaz.

Pues bien, en esta misma línea, el presidente del EBB sostiene en la publicación del colectivo pacifista la necesidad de separar "conceptual y metodológicamente" la "solución de contenciosos políticos y la existencia de terrorismo": "La violencia de ETA no es consecuencia de ningún conflicto político".

Imaz señala que fue precisamente la "exigencia" de la organización armada de entrar en una negociación política lo que rompió el proceso. Así, insiste en deslegitimar el discurso que justifica la violencia y afirma que esto conlleva "decir que de ellos nos separan los medios, pero sobre todo nos aleja el modelo de país y de sociedad que quieren. En la Euskadi a la que yo aspiro y por la que legítimamente continuaré trabajando, no hay sitio para la intolerancia y uniformidad alcanzada mediante la imposición".

"Y nunca aceptaré que el más mínimo avance en el autogobierno de mi país esté vinculado a la presión de la violencia. Desde la política podemos y debemos trabajar por la paz, aunque alejados del concepto del precio político". Asimismo, precisa que deslegitimar el discurso de los violentos "no significa que se use la cooperación contra ETA para limitar el autogobierno vasco".

Hace precisamente una semana, el artículo No imponer, no impedir desencadenó una dura controversia pública con los socios de gobierno del PNV, que vieron en él un intento de corregir al lehendakari y al programa de gobierno del tripartito. No obstante, tanto Sabin Etxea como Ajuria Enea negaron esta hipótesis y, por el contrario, se enmarcó el pronunciamiento de Imaz en la necesidad percibida por el dirigente jeltzale de poner orden en un debate en torno a la consulta que se había "descontrolado".

El lunes anterior a ese artículo, EA anunció su intención de replantear al Parlamento Vasco la propuesta de nuevo Estatuto con el fin de encaminar la consulta prometida en esta legislatura. EB, dos días después, planteó la necesidad de buscar un acuerdo en torno al derecho de decisión con ese mismo fin.

Aunque públicamente el PNV cerró filas en torno a Imaz -ratificando que su carta no hacía sino reafirmar el acuerdo de gobierno y el documento sobre normalización y pacificación aprobado por el partido en 2005-, no han faltado voces de burukides que han admitido que no habrían firmado dicho artículo. En el Gobierno Vasco, la cuestión se zanjó en privado en la reunión del Consejo de los martes. De puertas hacia fuera, el Ejecutivo admite que no es viable la celebración de una consulta mientras persista la violencia pero insiste en que concretará sus iniciativas en septiembre, en el Pleno de Política General